1. Identificación del problema:
La defensa de derechos humanos cubren una amplia gama de problemas y los recursos para resolverlos son muy limitados, dificultando el enfocarse en un asunto en general (por ejemplo, los derechos de género). Es importante delimitar el enfoque y escoger por dónde empezar, definiendo tan claro como sea posible el asunto o problema específico (por ejemplo: casamiento forzado de los menores). Es importante que el problema sea expresado como una violación de un derecho humano, porque los países están legalmente obligados a respetar y proteger esos derechos (por ejemplo: el casamiento temprano forzado viola los derechos de las mujeres y de los niños de vivir libres violencia y explotación). Esto cambia la percepción del problema de uno que puede resolverse mediante medios caritativos a uno que requiere acción basada en obligaciones legales. Este paso comienza con una definición amplia y la va delimitando a un asunto definido en forma compacta, basada en derechos humanos en que se ha acordado llevar a cabo determinada acción para resolverlo.
2. Creación de una visión:
Es esencial que exista una visión de lo que se ha de cumplir. Si los activistas defensores no saben lo que quieren y a dónde van, es difícil llegar a saber cómo lograr su objetivo, y más difícil aún es saber si lo han logrado. El comunicar un visión clara basada en derechos humanos puede inspirar y motivar a otros a unirse en la defensa y proporcionar un compás para tomar decisiones cuando cambien ciertas condiciones. En este paso, los activistas formulan una visión del futuro que juega un papel integral en el desarrollo de estrategias y tácticas.
3. Mapeo del terreno:
Es crítico identificar a la gente, grupos e instituciones que están en favor o en contra una situación determinada. Ya sea a nivel local o internacional el mapeo del terreno de relaciones permite a los defensores activistas a identificar mayores oportunidades para una intervención. Las Heramientas de Mapeo del programa de Nuevas Tácticas ayuda guiar a los activistas en este proceso. Los activistas pueden entonce asesorar los recursos, prepararse contra la oposición, identificar a más aliados y usar las tácticas que sean más eficaces.
4. Exploración de tácticas disponibles:
Las tácticas son acciones que se llevan a cabo para lograr un objetivo. La mayoría de los defensores activistas utilizar una o dos tácticas principales dentro de su marco institutcional debido a la cantidad de tiempo que les lleva aprenderlas, la inversión de tiempo de personal, la evaluación de su éxito y eficacia y la dificultad en recaudación de fondos. Este patrón lo refuerza la tendencia humana de "hacer lo que sabemos hacer". Sin embargo, existen muchas tácticas que han sido utilizadas con éxito por activistas alrededor del mundo y cada día se crean más. Este paso ayuda a los activistas a explorar una variedad de tácticas. Los activistas también re-examinan la flexibilidad táctica de su organización así como qué tan abiertos están a nuevas oportunidades y su habilidad de responder a desafíos usando nuevas formas inesperadas de enfrentarse a un problema, formas que aquéllos en oposición al mismo no esperaban.
5. Actuación hacia la resolución de un problema:
En este paso, todos los pasos previos llegan a conjugarse en un plan de acción. Los activistas defensores usan la información recogida durante los pasos anteriores para desarrollar una trayectoria estratégia que incluya un objetivo inmediato y un plan de acción para avanzar su labor de defensa. El plan incluirá la evaluación de recursos a la mano, papeles que cada quien jugará, responsabilidades, fechas y pasos a tomar para la resolución del problema, así como la preparación de la siguiente fase de defensa.