Nací en Santiago de Chile. Estudié Psicología en la Universidad Central de Venezuela, ya que con mi familia nos tuvimos que ir al exilio durante la dictadura militar de Pinochet. Emigré a España para estudiar un postgrado en la Universidad Autónoma de Madrid y en el Hospital de la Cruz Roja.

Desde el año 2000, trabajo como psicóloga en la Asociación EXIL (Barcelona): Centro de atención médico-psico-social para víctimas de violencia y violación de los DDHH.

Los programas de reparación integral que ofrecemos, van dirigidos a personas afectadas por la violencia vivida, ya sea violencia organizada o relacional, que provocan traumas acumulativos y complejos. Mujeres afectadas por la violencia machista, hombres o mujeres que huyen de países en conflicto por causas políticas, étnicas, religiosas o de género, y que sufren persecución, amenazas o tortura debido a ello.

Desde el año 2004, soy psicóloga colaboradora de Amnistía Internacional en el Programa de Protección Internacional a Defensores de DDHH.

El apoyo lo orientamos a que las personas afectadas por la violencia, puedan reforzar y recuperar sus recursos personales, así como a desarrollar estrategias de afrontamiento a los traumas, las adversidades y los desafíos en los distintos contextos vitales. Con un enfoque en las capacidades resilientes y de empoderamiento de las personas. Acompañando procesos que les permitan elaborar su historia, recuperar la confianza en sí mismas y en los demás, aumentar el sentimiento de seguridad, mejorar las relaciones sociales, tomar conciencia de la importancia del autocuidado y evitar el aislamiento ampliando su red de apoyo…

Gracias por la confianza, les digo cada día. Aquí, 2 frases terapéuticas que identifican nuestro trabajo:

“El valor terapéutico de la solidaridad” y

“Toda persona que huye de su tierra, necesita un grupo humano que la acoja”.